Nuestra Misión
Juventudes Marianas Vicencianas es un movimiento juvenil católico, creado por deseo de la Virgen María en 1830 y aprobado 1847, para acompañar a los jóvenes en su proceso de maduración en la fe, tomados de la mano de María, para que sean testigos fieles de Jesucristo y descubran su vocación en el mundo, promoviendo la justicia social desde el amor creativo de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac por los pobres.
Nuestros Objetivos
- Formar a niños y jóvenes como fieles seguidores de Jesús, para que sean signos vivos de su amor por los pobres, al estilo de San Vicente de Paúl.
- Acompañar el camino de crecimiento en la fe de los jóvenes, para que alcancen su propio estilo de vida, descubriendo su vocación personal y participando de la vida comunitaria.
- Luchar por la transformación del mundo al estilo del Evangelio, implicándose en la sociedad y en la Iglesia tanto individual como colectivamente.
- Compartir y dar testimonio de fe, a través de actividades formativas, celebrativas, de servicio y lúdicas.
- Acercarnos especialmente a los jóvenes alejados o en riesgo de exclusión para facilitar su implicación y su promoción, comprometidos por la justicia social y la igualdad.
Nuestro Estilo
La esencia de nuestra identidad jóven y creyente está marcada por unas notas distintivas que alientan de manera transversal todo el itinerario de maduración y crecimiento:
Nota Eclesial
Nuestro carisma se construye desde la vivencia comunitaria de la fe y de la vida, en colaboración y coordinación con la Iglesia local, participando especialmente en la parroquia y la diócesis en las actividades pastorales.
Nota Laical
Dando testimonio de vida y siendo ejemplo de nuestros valores cristianos de manera responsable, participando de la vocación profética de Cristo en la realidad social y política de nuestro entorno, como motor de cambio para la promoción de la justicia social, los derechos humanos, la tolerancia, la solidaridad, la igualdad y la dignidad de las personas.
Nota Vicenciana
Siguiendo los pasos de Jesús y el ejemplo de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, es la esencia de nuestro carisma: la opción por los pobres, por su promoción y servicio, desde la entrega y la coherencia de vida, respondiendo a las nuevas pobrezas y colaborando de manera coordinada con proyectos de la Familia Vicenciana y el resto de organizaciones.
Nota Misionera
Como discípulos misioneros, nos sentimos llamados a compartir el evangelio a todos los que no conocen a Jesús, desde una misión ya sea próxima o lejana, llevando la Buena Noticia tanto a la propia cultura como en otras realidades diferentes, colaborando con la tarea de animación misionera de la Iglesia y de la Familia Vicenciana.
Nota Mariana
Ella quiso que los jóvenes descubramos a Jesús en el carisma vicenciano, pidiéndole en 1830 a Santa Catalina Labouré que fundase nuestra Asociación. Ella nos inspira a vivir en un estilo de vida de sencillez y humildad, de confianza y fidelidad, con una sensibilidad especial por los más pobres, según la espiritualidad del Magníficat que es la raíz de nuestra identidad.
Nuestro carisma
Somos la Asociación que engloba a los miembros más jóvenes de la Familia Vicenciana, despertando desde las etapas infantiles el amor por los pobres que nos inspira San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac .
Nuestro camino de crecimiento nos llevará a una madurez creyente y activa en la sociedad, profundamente comprometidos por el servicio a los pobres, tanto como miembros adultos de la Familia Vicenciana, como en el compromiso por la caridad desde la vida parroquial.